Opinión
 El Mercurio, 24 de Noviembre de 2001
 Señor Director:

En materia valórica, el gobierno de la Concertación está colocando sobre la mesa sus propósitos: la disolución del vínculo conyugal por la sola voluntad de una de las partes; la difusión de una pastilla con efectos abortivos, y la educación de los menores en materias de sexualidad, impartida por funcionarios del Estado. Todas estas resoluciones administrativas se vienen ejecutando de modo sumario y sin lugar a réplicas.

 Llama la atención la completa omisión de estos temas por parte de la mayoría de los candidatos a las próximas elecciones legislativas. Están ausentes del debate los asuntos que preocupan a los chilenos: el respeto y la promoción de la familia; si se está a favor o en contra de la legalización de las uniones homosexuales, de la despenalización del aborto, de la libertad de educación, del reconocimiento del derecho de los padres para educar a sus hijos, etcétera.

Esta omisión está produciendo un vacío de ideas en las próximas elecciones y, en consecuencia, una apatía por parte de quienes no tienen aspiraciones políticas, que constituyen la gran mayoría del país.

Para aumentar la transparencia y la representatividad de las elecciones, Acción Familia, entidad civil pro familia, envió a todos los candidatos un cuestionario sobre aspectos valóricos. Éste fue entregado el 7 de septiembre en la sede de todos los partidos políticos, desde la UDI hasta el PC. Hasta la fecha ha respondido menos del 10% de los aspirantes al Legislativo, y entre las respuestas recibidas no hay ningún candidato del PS, PPD ni PC.

Con este hermetismo de la mayoría de los candidatos en relación con los temas valóricos, difícilmente se podrán interesar los chilenos en optar entre esas alternativas. Una democracia pobre en ideas es una pobre democracia.

Juan Antonio Montes

Director de Acción Familia