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Carta de San Ignacio a un trabajólico de hoy

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San Ignacio de Loyola de capitán a fundador de una Compañía: la de Jesús
San Ignacio de Loyola

“Me parece que deberíais resolveros a hacer con calma aquello que podáis. No os inquietéis por nada, sino abandonad a la divina Providencia aquello que no podáis realizar por vosotros mismos.

“Son agradables a Dios nuestro cuidado y nuestra solicitud razonables para llevar a bien los asuntos de los que debemos ocuparnos por deber.

La ansiedad e inquietud no agradan a Dios

“La ansiedad y la inquietud del espíritu no agradan de ningún modo a Dios. El Señor quiere que nuestros límites y nuestras debilidades se apoyen en su fuerza y en su poder; Él quiere vernos creer que su voluntad puede suplir a la imperfección de nuestros medios.

“Los que se encargan de numerosos asuntos, aún con una intención recta, deben resolverse a hacer simplemente aquello que está en su poder, sin afligirse si no consiguen realizar todo como ellos querrían. Bajo condición, sin embargo, de que hayan realizado todo lo que la naturaleza humana puede y según las indicaciones de la conciencia.

“Si uno debe dejar de lado ciertas cosas, es necesario armarse de paciencia, y no pensar que Dios espera de nosotros lo que no podemos hacer: El no quiere tampoco que el hombre se aflija por sus límites.

Cuando los hombres y las cosas del comercio vivían en la placidez

Satisfacer a Dios más que a los hombres

“Mientras demos satisfacción a Dios ‒lo que es más importante que dar satisfacción a los hombres‒ no es necesario fatigarse más de la cuenta. Aún más, cuando uno se ha esforzado para actuar de la mejor manera, se puede abandonar todo el resto a Aquel que tiene el poder de realizar todo lo que quiere.

“Quiera la divina Bondad comunicarnos siempre la luz de la Sabiduría, para que podamos ver claramente y cumplir con firmeza su voluntad, en nosotros y en los otros… Para que aceptemos de su mano lo que nos envía, ocupándonos de lo que tiene más importancia: la paciencia, la humildad, la obediencia y la caridad… ¡Que Jesucristo esté en nuestras almas con sus dones espirituales! Amén”

 (San Ignacio de Loyola -1491-1556. Carta del 17 de noviembre de 1555).

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10/05/2023 | Por | Categoría: Formación Católica

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