El mundo de hoy, la familia, y particularmente nuestro País, necesitan urgentemente la paz. Esto que parece imposible de alcanzar, lo ofreció la Santísima Virgen en Fátima si atendemos a sus pedidos.
En nuestra vida particular ciertos problemas nos hacen pasar del exceso de la alegría al abatimiento y a la tristeza. Nuestro horror instintivo al sufrimiento nos hace verlos mayores de lo que son.
«Me encanta la vulgaridad. El buen gusto es la muerte, la vulgaridad es la vida. » [1] Estas palabras de la diseñadora inglesa de moda Mary Quant, que se hizo famosa por la invención de la minifalda y los shorts, ponen de manifiesto uno de los más importantes aspectos, aunque rara vez señalado, de la
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El egoísmo germinando en el propio corazón materno, la lleva a desear estancar, con el concurso de la ciencia, la propia fuente de la vida. La espada fue sustituida por la ciencia, y el soldado por la madre, que no sólo evita la vida, sino que la elimina.
En la Nochebuena de 1223 un hombre pobremente vestido se aproximó a la imagen del Niño Jesús y le besó respetuosamente los pies. Según la leyenda, el niño cobró vida, extendió sus bracitos hacia él y le sonrió. Aquel hombre, Giovanni Bernardone, es más recordado por el nombre de Francisco de Asís.
Los niños salieron corriendo de la cama para ver lo que les esperaba. Estaban ansiosos por saber, ¿cuál sería el regalo que les había llegado? Una familia numerosa, una familia feliz, parece decir este cuadro.
La canción «Noche de paz» (Stille Nacht, Heilige Nacht) es, con mucho, el más simbólico de los villancicos. Es comprensible, entonces, que podamos preguntarnos sobre el origen de una canción tan extraordinaria.
Con este inspirado villancico, queremos desear de corazón a todos nuestros amigos una muy Santa y Feliz Navidad. Que el Divino Niño les conceda, a ruegos de su Santísima Madre, la gracia que más estén necesitando. Y que el venidero año 2022 sea venturoso para Usted y todos sus seres queridos.
El Niño Jesús duerme. ¿Con qué sueña? Video sobre una piadosa leyenda. En sueños, las imágenes del día vuelven a su divino espíritu. El sueña con su Santísima Madre. Después, viene a su mente que, sentado en un pequeño trono, jugaba que tejiendo una corona de espinas. Una espina le hirió el dedo índice de
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Se habla de paz y de hombres de buena voluntad. Pero ¿quién se acuerda de la Gloria de Dios? Sin dar Gloria a Dios, siguiendo sus preceptos, no habrá paz en la Tierra.
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