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La ideología de género avanza en los colegios (Podcast)

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El programa de hoy lo dedicamos a una extraña doctrina denominada “ideología de género”

Comencemos por decir que si un campesino ve nacer un ternero en el potrero, no tendrá duda que es ternero y no una ternera. Si la gata da crías, los dueños de casa dirán con certeza que tuvo tantas crías hembras y tantos gatitos machos.

Esto, que es tan obvio para todos los mamíferos, está siendo puesto en duda para el principal de ellos, el ser humano.

Sí, de acuerdo con esta ideología de género, los seres humanos naceríamos apenas biológicamente hombres o mujeres, pero que podríamos escoger conforme nuestro capricho una identidad psicológica masculina o femenina, independiente de nuestro sexo. Y así como en las lenguas el género es intercambiable (por ejemplo, en castellano la sangre es de género femenino, pero en francés o portugués es de género masculino, y ellos dicen “el” sangre) se daría lo mismo con las personas, de ahí el nombre de “identidad de género”. Ellos alegan que la mayoría de las personas escoge actualmente la identidad psicológica que corresponde con el sexo biológico apenas por una “imposición cultural” de la sociedad en base a un mero “estereotipo” que hace que las niñitas se vistan de rosado y jueguen con muñecas y los niños de celeste y jueguen con camiones. Pero que si se eliminaran esos estereotipos que asignan roles, habría muchas más personas transexuales, como también muchos más homosexuales (porque la orientación sexual también sería un estereotipo cultural).

Recientemente, en el marco de la discusión de un proyecto de ley llamado, “protección de la identidad de género”, algunos profesores universitarios llegaron a  expresar hasta  que: “La maternidad y paternidad [] son conceptos que también son evolutivos y frente a los cuales la realidad muestra que bien podríamos hablar hoy de parentalidad, asumiendo que no es la condición biológica la que necesariamente atribuye tales roles”.

De acuerdo a esta tesis, Ud. que es el papá podría asumir el rol de la mamá, y viceversa. Así el niño podría tener una “mamá” con barba y un papá de pollera y taco alto. Todo eso, ¿no le parece absurdo? ¿De dónde habrán sacado tamaña estupidez?, se preguntará Ud.

En palabras de Dale O’Leary, estudiosa del tema,  la teoría del «feminismo de género» se basa en una interpretación neo-marxista de la historia. Según la señora O’Leary, los marxistas clásicos creían que el sistema de clases desaparecería una vez que se eliminara la propiedad privada, se facilitara el divorcio, se aceptara la ilegitimidad, se forzara la entrada de la mujer al mercado laboral, se colocara a los niños en institutos de cuidado diario y se eliminara la religión. Sin embargo, para las «feministas de género», los marxistas fracasaron por concentrarse en soluciones económicas sin atacar directamente a la familia, que era la verdadera causa de las clases. De la necesidad de combatir directamente la familia, nació esa absurda “teoría del género”.

Pero el absurdo no les preocupa a estos teóricos. Al contrario, mientras más absurda sea la tesis, más le gusta.

El problema está en que estos teóricos, no son unos pocos lunáticos y desequilibrados, sino que hoy están muy bien posicionados en el Ministerio de Educación, precisamente el que comanda las políticas por las cuales se rige el 100% de los colegios de Chile.

Puede ser entonces que su hijo o su nieta, desde los bancos de colegio ya estén siendo “educados” en estas teorías. Por eso creemos importante darle algunos criterios que pueden ayudarlo a prevenir esta situación.

Este programa nos fue solicitado por una radio amiga de una comuna sureña,  lo que demuestra que no es una pura teoría, sino que ya es un problema para todas las familias.

Una profesora y madre de familia escribió una carta al respecto:

‒‒”Estoy desconcertada. Resulta que el otro día la directora de mi instituto me propuso celebrar una fiesta con los niños. Le dije que encantada, porque sabes que a mí me encanta organizar fiestas. Entonces me mostró unos carteles con unos corazoncitos preciosos, hasta que me di cuenta que dentro de los corazones había unos dibujitos pequeños con parejas de hombres y mujeres, de hombres y hombres, y de mujeres con mujeres. «Qué curioso», le dije. ¿Y esto para qué es?

‒‒Son carteles para la fiesta. Vamos a hacer una fiesta sobre el género.

Entonces recordé que había oído hablar algo de la ideología de género.

¿Podrías darme algunas ideas generales?”

Pasemos a responder a estas tan justificadas inquietudes.

Comencemos por dar la doctrina católica al respecto de la diferencia sexual entre hombres y mujeres, pues de ahí nos será más fácil entender la falsedad de los presupuestos de la doctrina de “identidad de género”.

El Génesis nos enseña que

“Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: ‘Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra’.”

O sea que fue Dios quien creó los dos sexos y lo hizo con una finalidad doble: ser fecundos y ayudarse mutuamente formando una sola carne, que fue lo que Nuestro Señor Jesucristo enseñó, respondiendo a los fariseos:

“¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne?”. Y esta última frase también la repitió San Pablo en su Epístola a los Efesios.

Aquí se encuentra el fundamento primero de la diferencia sexual: ella tiene en vista la constitución de una familia, basada en la unión monogámica e indisoluble entre un hombre y una mujer y ordenada prioritariamente a la procreación y a la educación de la prole. Más aún, Nuestro Divino Señor, restableció el plan original de Dios para el matrimonio natural, acabando con la institución mosaica del repudio, reiterando que “lo que Dios unió no lo separe el hombre” y elevándolo más tarde a la dignidad de sacramento cuando contraído entre cristianos.

Dios dispuso nuestra naturaleza de este modo, y lo que le sea contrario está fuera y contra su divino mandato. Esta ha sido la doctrina católica por más de XX siglos, inspirada en las Sagradas Escrituras, las cuáles hacen referencia a la Creación de los tiempos. No hay por lo tanto donde perderse.

* * *

Pasemos a ver ahora lo que dice la “doctrina de género”.

En vez de dos géneros, “hombre y mujer”, hoy ellos hablan de 5, 10, 31 y hasta 50 tipos de “géneros” diferentes, de acuerdo a una combinación de tres factores principales: la identidad subjetiva y el tipo de atracción sexual que las personas puedan sentir o no sentir y el carácter estable o provisorio de esa identidad y atracción.

Una de las principales teóricas de la “doctrina de género”, Judith Butler, afirma que:

“El género es una construcción cultural; por consiguiente, no es el resultado causal del sexo [biológico], ni tan aparentemente fijo como el sexo… Al teorizar que el género es una construcción radicalmente independiente del sexo, el género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras. En consecuencia varón y masculino podrían significar tanto un cuerpo femenino como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo masculino como uno femenino”.

Estas teorías no son sólo asunto de libros o discusiones académicas, sino que afectan la vida diaria de las personas, y en especial de los niños. El año 2016, por ejemplo, en los Estados Unidos el Gobierno de Barack Obama emitió una directiva para que todas las escuelas públicas de Estados Unidos garanticen derechos básicos a los estudiantes transgénero, como poder usar el baño del sexo con el que se sientan identificados. En algunas provincias de Canadá eso fue extendido a los equipos de deportes y a los camarines en que los estudiantes se cambian de ropa.

Ahora, como todas esas ideas responden a la ideología de género que las autoridades del Mineduc quieren imponer, no sería raro que establecieran igual “derecho” para todos los colegios públicos y privados de Chile y, como sucede en el norte del continente americano, si el colegio se opusiera a tal obligación podría llegar incluso a perder su derecho de enseñar, por “discriminación”.

Es lo que recientemente denunció como un “totalitarismo” el actual Prefecto para la Doctrina de la Fe:

“En este momento preciso de la historia, ‒declaró el Cardenal Gerhard Ludwig Müller‒  los estados y las sociedades de América Latina, al igual que en Europa y América del Norte, se encuentran bajo la presión de un nuevo totalitarismo ideológico que se quiere imponer a todos los países, condicionando la ayuda para el desarrollo en función de la aceptación de sus postulados, como ocurre con la ideología de género y el acceso libre al aborto, que es un homicidio que se trata de presentar como un derecho. Son amenazas que debilitan los cimientos de los Estados modernos”.

Como el tema no se agota en el corto espacio de estos programas, le propondremos en el próximo algunas preguntas y respuestas sobre el mismo asunto. Si Ud. quiere hacernos llegar sus consultas puede hacerlo a través del correo froma@vtr.net. Con gusto le responderemos.

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30/01/2017 | Por | Categoría: Temas polémicos
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