Una mujer fuerte y delicada en una ruda profesión con discreta elegancia, decencia y recato ‒sin nada de mojigatería‒ mejor ni les hablo pues creo que podría sacarles los colores a muchas de nuestras conciudadanas.
El Informe de Síntesis del Sínodo 2023 tiene una importancia histórica, pues puede considerarse una especie de partida de nacimiento de una nueva Iglesia igualitaria.
Las aspiraciones del Sínodo de la sinodalidad no son nuevas. En 1969 la TFP denunciaba la Existencia dentro de la Iglesia de grupos autoproclamados “proféticos” que conspiraban para su destrucción.
En un pasado, no tan remoto, las verdaderas élites daban a toda la sociedad ejemplo de elevación y de dedicación al bien común. El Papa Pío XII muestra su carácter paternal como fruto de la formación católica.
El libro “El Proceso Sinodal: una caja de Pandora” está causando un gran revuelo en los ambientes católicos, como siendo algo sin precedentes.
Sin embargo, los Papas anteriores ya hablaron claro sobre los graves desvíos doctrinarios en la Iglesia después del Vaticano II, y que han dado lugar a la crisis de hoy.
Mientras el igualitarismo común se manifiesta sobre todo en el odio a las jerarquías, este igualitarismo actualizado va más lejos y se caracteriza además por su tendencia a la indiferenciación: entre padres e hijos; entre los sexos; entre las edades; entre profesores y alumnos, etc El igualitarismo genera nuevos monstruos Está surgiendo un nuevo tipo
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Con ocasión del día de las Glorias del Ejército chileno, Acción Familia adhiere a este aniversario, recordando las palabras del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira sobre la necesidad de la existencia de las FFAA y la simpatía que deben despertar en la opinión nacional.
Se ha venido discutiendo últimamente el derecho que tiene el Estado a gravar con un impuesto, a veces confiscatorio, a la herencia. Tanto quienes manifiestan su posición favorable como sus contrarios, están de acuerdo en que ese impuesto es un medio para establecer la igualdad social o, al menos, atenuarla lo más posible. Es evidente que ese impuesto
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Lo propio de la Iglesia es producir una cultura y una civilización cristiana. Y generar todos sus frutos en una atmósfera social plenamente católica. El católico debe aspirar a una civilización católica como el hombre encarcelado en un subterráneo desea el aire libre.
«Según las enseñanzas de los Evangelios, la igualdad entre los hombres está en que, al tener todos la misma naturaleza, están todos llamados a la misma dignidad excelsísima de hijos de Dios; bien como en que, por haber sido todos designados para el mismo y único fin, cada uno será juzgado según la misma ley, recibiendo según sus méritos el castigo o la recompensa».
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