Comunicado de Prensa -Santiago, 29 de Enero de 2005
En la visita oficial que efectuó el actual Primer Ministro de España a Chile, éste alto personero no vaciló en manifestar su simpatía por la candidata socialista a las próximas elecciones nacionales, Sra. Bachelet.
Explicando este intempestivo apoyo, la otra pre-candidata por la Concertación, Sra. Soledad Alvear, manifestó que «un eventual apoyo explícito español hacia Bachelet era «lógico”. Él forma parte de un partido político en el cual milita Michelle Bachelet, que es el PS, es bastante obvio que él esté interesado en su candidatura, me parece completamente normal». Al mismo tiempo la candidata DC, afirmó «compartir las ideas de Rodríguez». (cf. «EL Mercurio», 27 de enero pp).
Sin entrar a juzgar si corresponde o no, que un representante de un Gobierno extranjero, en visita oficial, manifieste su apoyo a una candidata del País anfitrión, es importante que ambas pre-candidatas aclaren al electorado nacional en qué consiste esa coincidencia con «las ideas de Rodríguez».
En efecto, lo que el público chileno conoce del actual gobierno español es que en el corto tiempo que asumió, se ha propuesto obtener el reconocimiento legal del «matrimonio» homosexual y la liberalización del aborto. En tal propósito no ha dudado en enfrentar las reacciones que naturalmente se han manifestado por parte de los católicos españoles, llevando su pertinacia al punto que SS Juan Pablo II advirtió recientemente que: «existe un problema de libertad religiosa en España» (cf.idem).
Sin tal es el «ideario» que comparten las pre-candidatas, creemos que sería honesto que desde ya lo manifestasen públicamente en sus programas de Gobierno. Es decir que declaren si ellas impulsarán el reconocimiento legal de tales uniones anti-naturales y la legalización del aborto en Chile.
Tal esclarecimiento es indispensable para la transparencia democrática, toda vez que quien aspira a ser electo debe informar claramente sobre sus postulados.
En el caso de la Sra. Alvear, esta aclaración se hace particularmente necesaria, pues ella se ha manifestado en variadas ocasiones como católica practicante, lo que puede inducir a que muchos electores crean que su gobierno no incurrirá en las medidas del gobierno español.
La Sra. Bachelet también debe aclarar su posición al respecto, pues si bien ella no ha escondido nunca su condición de no creyente, tal condición no significa necesariamente que sea favorable a la legalización de las uniones homosexuales ni del aborto.
Urge una aclaración para la autenticidad democrática de las próximas elecciones. La familia es una institución que importa a los chilenos más que cualquier otra y su desmantelamiento no debe pasar de contrabando.
Juan Antonio Montes Varas
Director «Acción Familia
