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24 Citas sobre la pureza que todo católico debe conocer

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La Anunciación del Angel a la Santísima Virgen María

La impureza cubre hoy todo: películas, TV, carteleras, música, entretenimiento, libros y revistas. Debemos luchar contra esta imposición. Las citas siguientes podrán proporcionarnos apoyo y aliento para defender nuestros principios y luchar por la pureza.

«Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.
S. Mateo 5: 8

«La Santa Pureza, reina de las virtudes, virtud angelical, es una joya tan preciosa que los que la poseen son como los ángeles de Dios en el Cielo, aunque vestidos de carne mortal”. – San Juan Bosco

«Tenemos que ser puros. No hablo solamente de la pureza de los sentidos. Debemos observar gran pureza en nuestra voluntad, en nuestras intenciones, en todas nuestras acciones”. – San Pedro Julián Eymard

«Aquellos que tienen el corazón puro son templos del Espíritu Santo”. – Santa Lucía

«Debemos practicar la modestia, no sólo en nuestro aspecto, sino también en toda nuestra conducta, y en particular en nuestro vestido, nuestro caminar, nuestra conversación, y todas las acciones similares”. – San Alfonso María de Ligorio

«En el reino de los malos pensamientos nada induce tanto al pecado como lo hacen los pensamientos que conciernen el placer de la carne”. – Santo Tomás de Aquino

«En las tentaciones contra la castidad, los maestros espirituales nos aconsejan, no tanto lidiar con el mal pensamiento, sino volver la mente hacia un objeto espiritual o, al menos, un objeto indiferente. Es útil combatir otros malos pensamientos cara a cara, pero no los pensamientos de impureza». – San Alfonso María de Ligorio

«La lujuria aceptada se convierte en hábito, y el hábito sin resistencia se convierte en necesidad”. – San Agustín

«Más almas van al infierno debido a los pecados de la carne que por cualquier otra razón”. – Nuestra Señora en Fátima

«El lenguaje sucio nos hace sentir cómodos con la acción sucia. Pero el que sabe cómo controlar su lengua está preparado para resistir los ataques de la lujuria». – San Clemente de Alejandría

«El hombre de lenguaje impuro es una persona cuyos labios no son sino una apertura y un tubo de alimentación que utiliza el infierno para vomitar sus impurezas sobre la Tierra”. – San Juan María Vianney

«Tenemos que hablar como nos vestimos, o vestirnos como hablamos. ¿Por qué profesamos una cosa y mostramos otra? Las conversaciones hablan de castidad, pero todo el cuerpo revela impureza”. – San Jerónimo

«Un alma pura es como una perla fina. Siempre que se oculta en la concha, en el fondo del mar, nadie piensa en admirarla. Pero si la pongo a la luz del sol, esta perla brillará y atraerá todas las miradas. Así, el alma pura, que está oculta a los ojos del mundo, brillará un día ante los Ángeles en la luz del sol de la eternidad”. – San Juan María Vianney

«El alma pura es una hermosa rosa, y las Tres Divinas Personas bajan del Cielo para inhalar su fragancia”. – San Juan María Vianney

Santa María Goretti, mártir de la pureza. Su cuerpo no conoció la corrupción durante la vida ni después de la muerte

«La castidad es el lirio de las virtudes, y hace a los hombres casi iguales a los ángeles. Todo es hermoso en armonía con su pureza. Ahora la pureza del hombre es la castidad, que se llama honestidad y su observancia, honor y también integridad; y su contrario se llama corrupción; en fin, tiene una peculiar excelencia por encima de las otras virtudes, porque conserva el alma y el cuerpo justo y sin mancha «. – San Juan María Vianney

«La humildad es la salvaguarda de la castidad. En materia de pureza, no hay mayor peligro que no temer el peligro. Por mi parte, cuando me encuentro con un hombre seguro de sí mismo y sin miedo, lo doy por perdido. Me alarma menos alguien que es tentado y que resiste evitando las ocasiones, que alguien que no está tentado y no tiene cuidado de evitar las ocasiones. Cuando una persona se pone a sí mismo en una ocasión, diciendo: Yo no voy a caer, es un signo casi infalible de que va a caer, y con gran daño de su alma”. – San Felipe Neri

Pureza y divorcio

«Tus buenos propósitos no deben hacerte sentir orgulloso, sino humilde y reservado; llevas encima una gran suma de oro, ten cuidado de no encontrarte con salteadores de caminos. En esta vida no hay nada cierto: estamos en una guerra continua, y, por tanto, debemos estar en guardia día y noche. Navegamos en un mar tempestuoso que nos amenaza por todos lados, y en una pobre embarcación agujereada: el diablo, que tiene como objetivo nada menos que nuestra destrucción, nunca deja de aumentar la tormenta, para abrumarnos con ello, si puede; por lo demás, fue el Apóstol quien dio esta advertencia, también para los virtuosos: “Quien esté de pie, cuídese para no caer»(1 Cor 10,12.) – San Jerónimo, Epístola a Santa Eustoquio

«El estado de gracia no es más que la pureza, y da el Cielo a los que se revisten con en ella. Santidad, por lo tanto, es simplemente el estado de gracia purificado, iluminado, embellecido por la pureza más perfecta, exenta no sólo del pecado mortal, sino también de los defectos más pequeños; ¡la pureza le hará santo! Todo radica en esto!» – San Pedro Julián Eymard

«La castidad o pureza de corazón, tiene un lugar glorioso y distinguido entre las virtudes, porque ella sola permite al hombre ver a Dios; ya que la misma Verdad dijo: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. – San Agustín

«No hay remedio tan poderoso contra el calor de la concupiscencia como el recuerdo de la Pasión de nuestro Salvador. En todas mis dificultades nunca encontré nada tan eficaz como las heridas de Cristo: en ellas duermo seguro; de ellas derivo nueva vida». – San Agustín

«Dios concede más atención a la pureza de la intención con la que nuestras acciones se llevan a cabo que a los propios actos”. – San Agustín

«Sólo ama al Creador perfectamente quien manifiesta un amor puro hacia su prójimo”. – San Beda, el Venerable

«Llevas tu trampa a todas partes y extiendes tus redes en todos los lugares. Alegas que nunca invitaste a otros a pecar. No lo hiciste en efecto, por tus palabras, pero lo has hecho por tu vestimenta y por tu conducta”. – San Juan Crisóstomo

«Deja que tu modestia sea una incitación suficiente, sí, una exhortación a todos a permanecer en paz simplemente mirándote”. ‒ San Ignacio de Loyola

John Ritchie: TFP Student Action

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04/10/2022 | Por | Categoría: Formación Católica
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