Comunicado de Prensa
Píldora del “día siguiente”:
La asociación “Acción Familia” hizo llegar en el día de hoy una carta de adhesión a las declaraciones del Sr. Cardenal contra la difusión de la píldora abortiva, en la cual se denuncia un clima de creciente persecución religiosa.
A continuación el texto de la misiva:
Santiago, 5 de mayo de 2004
Emmo. y Revmo.
Mons. Francisco Javier Errázuriz Ossa,
Cardenal Arzobispo de Santiago.
Presente.
Eminencia Reverendísima:
Por la presente nos dirigimos a V. Emcia. en representación de “Acción Familia” para expresarle nuestras sinceras felicitaciones por el Documento del 1° del corriente, relativo a la difusión de la llamada “píldora del día siguiente”, que V. Emcia. tuviera a bien dirigir a los fieles de la Arquidiócesis de Santiago.
En él V. Emcia. recuerda verdades fundamentales de la Moral católica sobre el sagrado derecho de la vida humana y el deber de todos los católicos de “optar por la obediencia a Dios y no por la obediencia a los hombres (He 4,19)”.
Tales declaraciones han despertado, infelizmente, una viva oposición en representantes de todos los partidos políticos. Alegando la separación de la Iglesia y del Estado, se ha llegado a acusar a V. Emcia. de sedición, por el hecho de recordar verdades reveladas y los imperativos de la Moral
Estas destempladas reacciones revelan las verdaderas intenciones de aquellos que se dicen contrarios a todas las intolerancias, pero que, sin embargo, cuando alguien osa contradecirlos o manifiesta alguna discordancia, rasgan sus vestiduras y profieren las más graves amenazas.
Por estas razones, creemos que, cada día más, se va agravando un clima de verdadera persecución religiosa, movida por los ideólogos de la tolerancia y la no-discriminación, como ya previera el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira en 1989 y recordáramos en nuestro último libro “La Revolución Cultural, un smog que envenena a la Familia chilena”. (cf. Ib. id., “Acción Familia”, diciembre del 2001).
El ejemplo de nuestros predecesores en la Fe, que supieron enfrentar con firmeza e integridad a los enemigos de Dios incluso con el derramamiento de su propia sangre en las arenas del circo romano, nos anima a continuar sin vacilación en la defensa de los imperativos de la Moral y de los derechos de la Santa Iglesia.
Por todo lo anterior cumplimos con agrado el deber de expresar a V. Emcia. nuestra más sincera adhesión a sus enseñanzas pastorales a este propósito, esperando que la opinión católica se muestre profundamente solidaria con el valiente pronunciamiento.
Sin otro particular, aprovechamos la oportunidad para encomendarnos a sus valiosas oraciones y le aseguramos las nuestras,
en Jesús y María
Luis Montes Bezanilla Juan Antonio Montes Varas
