Comunicado de Prensa
El Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Goic, acaba de instar a los candidatos presidenciales a definir sus posiciones a respecto de varias cuestiones que preocupan a la Jerarquía Eclesiástica en Chile.
Creo que esta solicitud es lógica, pues una de las obligaciones de un candidato que aspira a representar al País es manifestar con perfecta claridad su programa de gobierno.
Ambos candidatos se han apresurado a responder, manifestando su coincidencia con un indefinido “humanismo cristiano”. Término que, por su indefinición, ha permitido que tanto el candidato que se declara católico, como la candidata que se dice agnóstica, puedan declarar que coinciden con sus postulados.
Ahora, corresponde a los señores Obispos iluminar las conciencias de los fieles en las cuestiones morales que plantean las próximas elecciones. Incumbe a los Obispos decir, con la misma claridad que ellos piden a los candidatos, si es lícito a un católico votar por un candidato que legalizará las uniones homosexuales, como se ha hecho en Francia, y que aprobará el CEDAW (Acuerdo de Eliminación de todas las Discriminaciones contra la Mujer), que incluye entre sus cláusulas el aborto.
En efecto, si la obligación moral de los candidatos es la claridad en sus proyectos gubernamentales, la obligación moral de los Obispos es iluminar las conciencias de los fieles. Para esto se requiere – valga la redundancia – claridad en la orientación moral a los católicos.
La candidata Sra. Bachelet ha sido sincera manifestando de modo público y claro que ella tiene una «tremenda cercanía» y que comparte «una manera de hacer política» con José Luis Rodríguez Zapatero en España. (cfr. La Vanguardia de Barcelona y de El Diario de León, España, 28/11/2005). Así, nadie puede sorprenderse de las políticas públicas que ella venga a adoptar – caso sea electa – en el mismo sentido que lo está haciendo el Presidente del Gobierno Español.
El problema es entonces, para todos los católicos que queremos ser coherentes con nuestra Fe, es saber si podemos votar por quien ya se manifestó a favor de las uniones civiles homosexuales y el CEDAW (aborto).
Respetuosamente pedimos una urgente respuesta a nuestros Obispos que, con toda claridad, oriente a los católicos en esta segunda y decisiva elección presidencial.
Santiago, 22 de Diciembre de 2005
