La diputada Saa ha presentado un proyecto de ley que pretende que se anteponga en el registro civil el apellido materno al paterno.
Acción Familia, consultada sobre los posibles efectos negativos que podría tener para la familia la aprobación de esa moción, respondió lo siguiente:
1.- En principio, que aparezca el apellido materno o paterno como el primero dentro de los registros civiles, es indiferente a la institución de la Familia. Existen muchos países, como por ejemplo Brasil, en los cuales los progenitores pueden optar por uno u otro apellido en el momento hacer el registro civil de su hijo.
2.- El problema que se presenta es conocer cuál es el espíritu del proyecto. Si es para igualar al hombre con la mujer, el proyecto es completamente inútil, pues no porque el hijo lleve el apellido del padre o de la madre, éste dejará de reconocer las diferencias profundas que existirán siempre entre lo que es el padre y lo que es la madre.
3.- Si es para que la sociedad considere más importante el papel de la madre que el del padre, no deja de ser igualmente inútil, pues por más importante que sea la madre, el hijo será el fruto natural de la unión del padre con la madre en el seno de la familia.
4.-Por todo lo anterior, querer establecer una especie de lucha de clases entre el papel de la madre y del padre, es querer introducir en la familia la concepción marxista de que los sometidos deben levantarse contra sus opresores. Ahora, dentro de la familia no existen ni oprimidos ni opresores. Existen legítimas desigualdades que son fundamentales para el mantenimiento del orden familiar.
Así, el padre es la cabeza de la familia y la madre es su corazón. Los hijos le deben obediencia a sus progenitores naturales. El Estado no debe entrometerse en la institución de orden natural que es la Familia, pues ella es anterior al Estado.
5.- El único papel que le corresponde al Estado es ayudarla subsidiariamente a cumplir el cometido que corresponde a la familia. Uno de los aspectos en que hoy la familia está más necesitada es el de una auxilio económico que le permita enfrentar con confianza la venida de nuevos hijos y no el discutir en qué orden deben aparecer los apellidos.
6.- En conclusión, es un proyecto inútil, movido por un espíritu igualitario y que desperdicia el tiempo y los recursos con que cuenta el Estado para hacer frente a los verdaderos y reales problemas de la Familia.
Acción Familia, 3 de Enero de 2008
