Londres, 13 de septiembre de 2007.- Los obispos ingleses y galeses están pidiendo que se establezca una excepción a las nuevas leyes de igualdad “actualmente en debate” las cuales, si se aprueban como lo establecen los proyectos, pueden ser utilizadas para forzarlos a ordenar transexuales como sacerdotes o a permitir que sean monjas.
Según informa “The London Times”, los obispos dicen que las propuestas para eliminar la «discriminación indirecta», en relación a los que se sometieron a operaciones de cambio de sexo, les quitarán el derecho a examinar los certificados de bautismo y de confirmación, los cuales pueden mostrar que un candidato al sacerdocio, a la vida religiosa o al matrimonio, tienen un pasado oculto.
El gobierno inglés pretende que esos registros sean alterados cuando ocurran dichas operaciones. Por su parte, los obispos piden que la Iglesia Católica sea eximida del cumplimiento de esas leyes. En verdad, no hay muchas esperanzas de que el Gobierno acceda a tal pedido, una vez que, a comienzos de este año, se negó a otorgar una excepción sobre la ley que torna ilegal el impedir que los homosexuales adopten niños. Tal negativa obligará a la Iglesia Católica a cerrar numerosos orfanatos que ella mantiene, pues le sería imposible transferirlos los niños a padres adoptivos si hay peligro de que entre los aspirantes a tal condición haya algunos homosexuales.
Éstos son algunos de los extremos a que pueden conducir las leyes contra la discriminación por «opción sexual», análogas a la que está en trámite de aprobación en el Senado chileno.
Aprovechamos esta ocasión para precisar que Acción Familia, al combatir el proyecto de ley actualmente en trámite en Chile, no pretende justificar toda y cualquier discriminación, sea justa o injusta. Nuestra intención es impedir que el lobby homosexual sirva de esta ley para iniciar una verdadera persecución religiosa en nuestro País, bajo el pretexto de «no discriminación», contra quienes expresen simplemente la censura de la Moral católica a las conductas homosexuales.
